Hace ya meses que esta alternativa japonesa a las principales aplicaciones de mensajería instantánea en dispositivos móviles inteligentes (tales como WhatsApp, que sigue sin perder la hegemonía desde sus inicios por pionero y por una serie de factores entre los que sin duda se encontrarán la suerte y el don de la oportunidad y los negocios de sus creadores y desarrolladores) crece y crece en popularidad y en número de usuarios sin tregua, situándose entre las aplicaciones más potentes y conocidas.
Y es que en el terreno de las nuevas tecnologías el tiempo parece transcurrir el triple de rápido como mínimo (algo así como los 7 años perrunos por cada año humano, valga la comparación) y aunque a principios de 2013 Line contaba aproximadamente con 100 millones de usuarios en todo el mundo, actualmente ha conseguido llegar a los 150 millones (por los más de 200 millones de WhatsApp o los 175 millones de Viber).
Sus desarrolladores han atribuido este crecimiento tan grande de la aplicación a la introducción de la misma en el mercado hispanohablante, con la aparición de la versión en español, idioma al que se tradujo a finales de 2012.