Lucha como todo un caballero en Wild Blood para conseguir que Lancelot rescate a Ginebra

El mercado de los videojuegos cada día evoluciona más rápido y una prueba de ello es Wild Blood, un videojuego que te dejará sin palabras. Si te gustan los juegos tipo Hack n slash, Wild Blood se convierte con prioridad en uno de los juegos indispensables en nuestra biblioteca ya que cuenta con unos gráficos increíbles, una cómoda jugabilidad y una gran interacción.

Los desarrolladores de Gameloft han hecho todo lo posible para que nos sintamos en las carnes de Lancelot ya sea abriendo puertas, cofres o luchando con nuestra espada, todo lo tenemos que hacer a través de nuestros dedos.

Nuestro objetivo es eliminar a todo ser demoníaco que se nos pase por delante para conseguir llegar hasta la Isla Mágica de Avalon para enfrentarnos con el Rey Arturo y conseguir liberar a Ginebra.

Pero, ¿De dónde han salido tantas criaturas demoníacas? El causante de todo este embrollo es el mismísimo Rey Arturo, que ciego por los celos recurrió a la hechicera Morgana para embrujar a su hermano Lancelot porque había conquistado el corazón de Ginebra. Pero la malvada Morgana abrió las puertas del inframundo y dejó el camino libre para un elevado número de demonios.

A lo largo de la partida se nos presentarán diferentes misiones en las que tendremos que ir a sitios concretos, rescatar aldeanos, e incluso resolver diversos puzzles para conseguir determinados objetos. Tanto el rescate de los aldeanos como las criaturas demoníacas nos dejan una pequeña cantidad de oro con la que podremos subir nuestras habilidades posteriormente.

La jugabilidad es muy cómoda debido a que el botón de dirección es tipo Joystick, lo cual se agradece mucho y además los botones de acción son tres, facilitándonos el manejo cuando jugamos en un dispositivo pequeño.

El único inconveniente que le he encontrado a este juego es la forma de mover la cámara. Sí, se mueve fácil con el dedo y no presenta problema hasta el momento de la lucha, es entonces cuando te haces un lío y tienes que ponerte a girar la cámara.

Claro está que no es lo mismo jugar desde un ordenador que desde una tablet o un teléfono móvil, por lo que esos pequeños detalles los permitimos pasar por alto por ahora.